miércoles, 18 de abril de 2007

RELATIVISMO (CAZA DEL TESORO)

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En la página de filosofia.net encotrarás una selección de fragmentos de diferentes autores sobre el tema.

PENSAR POR PENSAR (M Cruz y M Delgado en Cadena Ser)

Se trata de una sección del programa La ventana en el que dialogan un filósofo y un antropólogo sobre distintos temas. Las observaciones de Manuel Cruz proporcionan un buen ejemplo de perspectiva filosófica: ESCUCHAR

martes, 17 de abril de 2007

MARX

I. MARX Y HEGEL
I.1. MATERIALISMO E IDEALISMO.
Mientras que el término "idealismo" aplicado a la filosofía de Kant se refiere principalmente a la teoría del conocimiento (lo que conocemos es sólo la realidad para-mí, para-nosotros, esta realidad es resultado de una síntesis entre lo dado en la experiencia y lo aportado por el sujeto), en Hegel destacaremos la relevancia de su teoría de la realidad para compararla con la de Marx. En Kant el idealismo hace referencia al papel del sujeto en la constitución de lo real como realidad para mí (fenómeno).
Para Marx lo prioritariamente real es la infraestructura, en otras palabras, las condiciones materiales de producción de la existencia (directamente relacionadas con el trabajo), esta es la realidad material y no simplemente la materia entendida como naturaleza o realidad física. Por tanto esta concepción de la realidad, esta realidad material, tiene en Marx una dimensión práctica (el trabajo). Las ideas, el pensamiento, la creencia religiosa, constituyen fenómenos derivados, sin autonomía, productos sociales que componen la ideología (superestructura); el materialismo de Marx es también, de esta manera, una teoría -una crítica- de la conciencia o de las ideas.
En Hegel, por el contrario, lo verdaderamente real es el Espíritu, la idea, la razón. La naturaleza material no es sino un momento de la Idea, una fase negativa de su desarrollo y autorrealización[1]. La realidad como totalidad es el desenvolvimiento del Espíritu (que, aunque Hegel no lo señala expresamente, nosotros podemos identificar con Dios). La historia de la humanidad es la historia de la autoconciencia del Espíritu hasta que, finalmente, todo lo real sea racional (es decir, la razón se realiza en la realidad).

I.2. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS EN LAS CONCEPCIONES DE LA HISTORIA DE HEGEL Y MARX
La principal diferencia es la que separa el materialismo (en este caso en el sentido propio del marxismo) del idealismo. Para el primero la historia, y la superestructura, dependen de “las condiciones materiales de existencia”, del “modo de producción de la vida material” (relación real entre el hombre y la naturaleza), es decir, de la infraestructura; mientras que, según el idealismo, es “la evolución general del espíritu” la que explica la historia [las expresiones entre comillas pertenecen al texto de Marx].
-Una semejanza: La dialéctica.
En ambos filósofos la dialéctica indica un proceso, un desarrollo interno a través de conflictos (contradicciones) que van dando lugar a sucesivas etapas. Desde este punto de vista el modelo de Marx es la dialéctica hegeliana [tesis, antítesis, síntesis]. Pero hay importantes diferencias: En primer lugar, las diferencias que se derivan de la confrontación idealismo/materialismo, es decir, que para Hegel se trata de un proceso en el plano del espíritu y para Marx es un proceso material relacionado con las condiciones económicas y laborales.

LA HISTORIA EN HEGEL Y MARX (CONT.)
Dependiendo de los intérpretes Marx comparte con Hegel en mayor en menor medida una relativa irrelevancia del individuo, del ser humano individual. Hay una cierta necesidad (v., la sección I.3) en el proceso histórico, la dialéctica como movimiento de la historia no depende directamente de la voluntad humana, los cambios ocurren de manera objetiva mediante procesos internos que escapan al control de los seres humanos. Para Hegel todo lo que ha ocurrido en la historia debía ocurrir y no parece haber lugar para una auténtica iniciativa humana. La herencia hegeliana hace que el papel de esta iniciativa en la concepción marxista de la historia sea problemática: ¿Es la historia simplemente el resultado de las contradicciones internas de las sociedades? ¿Qué capacidad tiene el ser humano para intervenir en los cambios históricos?

A veces se establece una diferencia entre ambos autores señalando que la concepción hegeliana es cerrada y la marxista abierta
Es cierto que para Hegel la historia está acabada (esta idea se manifiesta en la tesis de Fukuyama sobre el final de la historia), mientras que para Marx la historia aún no ha concluido y es necesario cambiar el mundo. Para Hegel no había que cambiar –esencialmente– nada puesto que la historia había llegado al final, ya que la evolución del Espíritu se había consumado. En este sentido la filosofía de Hegel tendía a una justificación del presente (de su presente), del estatus quo, mientras que la de Marx apunta a su transformación (el capitalismo es una etapa transitoria). Pero ¿qué ocurrirá cuando se llegue a la sociedad sin clases, a una sociedad justa y libre? También es este caso la historia, en cierto sentido, habrá terminado, ya no surgirán nuevos modos de producción, nuevos tipos de sociedad, podrá haber modificaciones parciales o accesorias, pero la historia habrá llegado a su fin. Sin embargo, según otra interpretación, Marx nunca habría pensado “en la sociedad futura como un estado de perfección inmutable [cf., la utopía platónica]. Por el contrario, contemplaba el fin de la sociedad de clases como el verdadero comienzo de la historia humana, del desarrollo histórico de la sociedad humana conscientemente dirigida por seres humanos” (Enciclopedia Oxford de Filosofía, p. 676).

I.3. LA REALIDAD COMO PROCESO NECESARIO (Dialéctica).
La realidad es un proceso dinámico (desarrollo y autorrealización), este proceso es, como totalidad, necesario, no puede ser de otra manera. En este sentido, la historia es un proceso necesario (que se mueve hacia una racionalidad cada vez mayor), y en la misma medida también la historia de la filosofía lo es. De la misma manera que el desarrollo de una planta, su germinación, su floración, sus frutos, no son sucesos aleatorios o contingen­tes, sino pasos necesarios del proceso de ser planta. Finalmente, todas las fases que han quedado atrás (por ejemplo la fase del fruto sucede a la fase de la flor) son, en cierto sentido, eliminadas, pero también conservadas en el resultado final, ya que no habría planta madura (resultado final) si no hubiera habido fases anteriores. El resultado final contiene, como un todo, todas sus fases, los pasos necesarios de su propio desarrollo[2].

Con este modelo Hegel interpreta la realidad en su conjunto, veamos como lo aplica a la historia de la filosofía (según su Introducción a la historia de la filosofía. Aguilar, Buenos Aires, 1977):
"La historia de la filosofía es un progreso necesario" (p. 79). "La historia de la filosofía...es una ciencia, es decir, no un agregado de conocimientos, de una manera ordenada, sino un desarrollo del pensamiento, el cual es necesario en sí y por sí". (p. 72). "En la filosofía actual está contenido todo el trabajo filosófico precedente. El mismo desarrollo del espíritu, considerado históricamente, es la historia de la filosofía. Ella es la historia de todos los desarrollos que el espíritu ha hecho (adaptación de fragmentos de las p. 71).

[HEGEL. AMPLIACIÓN: I.3.- DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO. El ser en sí, la existencia, y el ser por sí.
Cada una de las etapas es más concreta que la precedente en el sentido de que es más rica al contener en sí las etapas anteriores. La primera fase, el inicio, es siempre el momento más abstracto frente al resultado final que es siempre lo más concreto. Para Hegel "abstracto" significa inferior y menos verdadero, y, en cierto modo, menos real. Hegel utiliza la expresión en sí para referirse a lo abstracto, lo en-sí es un concepto bastante próximo al concepto de potencia en Aristóteles. En este sentido, la planta está contenida en el germen, en la semilla. La existencia es el desarrollo de la planta, su evolución mediante distintas fases o etapas. El ser por sí es el resultado final, que coincide con el ser en sí de forma semejante a como, en lenguaje aristotélico, la planta en potencia coincide con la planta en acto. Pero hay que tener en cuenta que para Hegel "solamente el espíritu llega a ser verdadero por sí" (p. 59). Observemos, por último, cómo el proceso que va desde el ser en sí al ser por sí, describe un círculo.
El espíritu universal describe igualmente un círculo para encontrarse a sí mismo (o volver sobre sí mismo) en tres etapas, cada una de ellas más concreta que la anterior: primero el espíritu toma conciencia de sí mismo en el individuo, lo que es denominado por Hegel razón subjetiva. En la segunda etapa el espíritu universal alcanza un grado mayor de autoconciencia, en esta fase la razón se da en la interacción entre las personas, y, por tanto, se produce en la familia, la sociedad y el Estado. Se denomina razón objetiva. La etapa final, en la que el espíritu universal se encuentra consigo mismo, se realiza en el arte, la religión y la filosofía, y se llama razón absoluta. Dentro de esta etapa el grado mayor de autoconciencia se logra en la filosofía, a través de la cual el espíritu universal reflexiona sobre sí mismo en su despliegue histórico. Por eso Hegel afirma que la filosofía es la historia de la filosofía.

Otros fragmentos interesantes para la apreciación del idealismo hegeliano:
"El pensar es la actividad de lo universal" (op. cit., p. 73).
"El pensamiento pertenece solamente al hombre, pero no solamente al hombre como individuo particular, como sujeto; tenemos que tomarlo esencialmente en un sentido objetivo. El pensamiento es principalmente lo universal; ya en la Naturaleza, en sus leyes y especies, vemos que existen pensamientos; por consiguiente, no existe sólo en la forma de la conciencia, sino que en sí y por sí son del mismo modo objetivos. La razón del mundo no es una razón subjetiva. El pensamiento es lo sustancial, lo verdadero con respecto a lo particular, a lo que es momentáneo, a lo perecedero, a lo pasajero" (p. 74).
"La historia de la filosofía muestra que todo es accesible racionalmente". "Es el desarrollo de la razón pensante" (p. 75)].

[AMPLIACIÓN: LA DIALÉCTICA. Marx escribió en el prólogo a la segunda edición de El Capital (tomado de Abbagnano, III, 191): Para Hegel el proceso del pensamiento que él transforma incluso en sujeto independiente con el nombre de Idea, es el demiurgo de lo real, que constituye a su vez solamente el fenómeno externo de la Idea o proceso del pensamien­to. Por el contrario, para mí el elemento ideal no es más que el elemento material transferido y traducido en el cerebro de los hombres... La mistificación a que se somete la dialéctica en las manos de Hegel no quita en modo alguno que él haya sido el primero en exponer amplia y conscientemente las formas generales del movimiento de la misma dialéctica. En él ésta se halla invertida. Hay que darle la vuelta para descubrir el núcleo racional dentro de la cáscara mística". La dialéctica para Marx será, por tanto, un método para comprender el movimiento real de las cosas, no las abstracciones conceptuales. Lo que únicamente se conserva en Marx de la dialéctica hegeliana es la preeminencia del punto de vista procesual y la necesidad del paso de una fase a su negación, y mediante esta contradicción, a una fase distinta. (Completar con apuntes sobre el fin de la historia)].

II. ALIENACIÓN
El concepto de alienación de Marx encuentra sus antecedentes en las filosofías de Feuerbach y Hegel.
En Feuerbach el fenómeno de la alienación se centra en el ámbito de la religión. Para este filósofo el hombre se aliena al construir a Dios con materiales sacados de sí mismo, por eso Feuerbach define la religión como “la relación que el hombre sostiene con su propia esencia”…, “pero con su esencia no en cuanto suya sino como la de otro ser diferente de él y hasta opuesto”. Para Fuerbach “la religión cistiana […] supera los límites y las dificultades de la vida terrena mediante la imaginación, en Dios, en el cielo. Dios es todo lo que desea y exige el corazón, todas las cosas, todos los bienes” [Fragmentos de La Esencia del Cristianismo]. Dios es una proyección del hombre, mediante ella es absolutamente engrandecido y perfeccionado lo que en nosotros (los seres humanos) es limitado e imperfecto. El concepto de alienación en Feuerbach se encuentra, así, asociado al ateismo (Dios es algo humano).


En Marx el eje de la alienación no es ya la religión sino la economía y el trabajo. La idea esencia es ésta: El ser humano, al trabajar en un sistema capitalista, no es dueño ni de su trabajo, ni del producto de su trabajo, de este modo se produce una doble alienación que desemboca en el proceso de reificación, mediante el cual el ser humano se convierte en una cosa más, en un objeto entre otros objetos (como los que produce con su trabajo). El sistema capitalista no tiene en cuenta las necesidades y las capacidades de los seres humanos, sino sólo el valor de las mercancías, y relaciona a los seres humanos entre sí a través de las mercancías que se intercambian, de esta manera el ser humano acaba por ser tratado como una mercancía más.


III. MATERIALISMO HISTÓRICO

MODO DE PRODUCCIÓN: es un modelo de análisis de la sociedad que distingue entre superestructura e infraestructura, siendo ésta la determinante:

Superestructura: Ideológica (o ideológico-simbólica) (arte, religión, filosofía, moral, conciencia -a veces "ideología" y "conciencia" tienen el mismo sentido-) y jurídico-política (Derecho, Estado).
-Ideología: La palabra “ideología” tiene varios significados, nosotros vamos a distinguir el significado general y el que tienen en el marxismo: -En el primer caso se refiere a cualquier conjunto de ideas o ideales. -En el segundo siempre tiene un matiz peyorativo. En principio comprende todas las ideas, creencias, y teorías de una sociedad, que se caracterizan por no reflejar la realidad sino los intereses de clase (o por ser un mero efecto de las relaciones económicas, de la infraestructura). Algunas de estas ideas son especialmente aptas para ser consideradas “ideológicas” (falsean la realidad y contribuyen a legitimar un determinado orden social): la moral y la religión. La ideología, por tanto, proporciona una imagen distorsionada o falsa de la realidad (así como una falsa conciencia), frente a ella el marxismo propone un conocimiento verdadero, científico.
Conciencia: conjunto articulado de conceptos, símbolos, mitos, creencias, que se dan en una situación determinada y que pretenden explicarla y justificarla. Mediante ella el ser humano justifica el tipo de vida y el lugar que ocupa en la sociedad. Esa explicación-justificación tiende a ser la misma entre personas que pertenecen a una misma clase social.

Infraestructura o base económica:
-Relaciones (sociales) de producción (esencialmente según las formas de propiedad -o posesión-): relaciones económico-sociales que se establecen en el proceso de producción (a veces también se habla de relaciones técnicas de producción para referirse a las relaciones de las personas con los medios de producción, bien directamente, bien mediante el control, la organización o la vigilancia, por ejemplo, los horarios de trabajo). Las relaciones de producción se corresponden con las relaciones de clase: en el sistema capitalista los que poseen (propiedad) los medios de producción[3] constituyen la clase burguesa, y los que solo poseen su fuerza de trabajo forman la clase proletaria (el proletariado).
[Para describir las relaciones de producción en una sociedad determinada, debemos conocer la respuesta a las preguntas siguientes: ¿Poseen los productores directos, parcial o totalmente, su fuerza de trabajo? ¿Y los otros medios de producción? Si no los poseen ¿es el propietario un individuo o una colectividad?]
-Fuerzas productivas (fundamentalmente según la tecnología): capacidad de producción o trabajo real de los seres humanos en su relación inmediata con la naturaleza. Comprende, además de la fuerza humana de trabajo, todo lo que sirve materialmente para la producción: herramientas, máquinas, tierras, fábricas, materias primas.

-Concepto de Producción social de la existencia: Proceso por el que el ser humano, mediante su fuerza de trabajo, consigue elaborar un producto para satisfacer sus necesidades. Produce su existencia en un doble aspecto: en el sentido de que consique vivir y de que al procurar satisfacer sus necesidades se da también una forma de vida. Este proceso es social ya que al trabajar el ser humano establece relaciones con otros seres humanos (compañeros de trabajo, jefes o dueños, compradores...) y también con los medios que utiliza (herramientas, materias primas).

Hay una correspondencia entre el estado de las fuerzas productivas y el estado de las relaciones de producción. Un conjunto de relaciones de producción corresponde a las fuerzas productivas cuando es óptimo para el desarrollo de estas últimas.
Marx distinguió cinco modos de producción (más como modelos teóricos que como ejemplos históricos), antiguo, asiático, feudal, capitalista y comunista.
Veamos dos ejemplos:
-Modo de producción antiguo: en el que las fuerzas productivas son artesanales y las relaciones de producción las de dueño y esclavo.
-Modo de producción capitalista: las fuerzas productivas son industriales y las relaciones de producción las de burguesía y proletariado.

Según el materialismo de Marx la base real la proporciona la infraestructura, mientras que la superestructura depende de ésta y carece de autonomía (aunque interatúa con la infraestructura).

LAS TRASFORMACIONES HISTÓRICAS
A lo largo de la historia se dan diversos modos de producción: por ejemplo, esclavitud, feudalismo, capitalismo. Todos ellos con la estructura indicada más arriba (infraestructura/superestructura).
Veamos ahora cómo Marx explica el paso de un modo de producción a otro (un cambio revolucionario -que puede ser pacífico-): esta transformación se origina por una contradicción que se produce entre fuerzas productivas y relaciones de producción. La contradicción surge cuando hay un desarrollo de las fuerzas de producción que no va acompañado de cambios correspondientes en las relaciones de producción: llega un momento en que las relaciones de producción, estancadas, son un obstáculo para que continúe el desarrollo de las fuerzas productivas. A este desfase es a lo que Marx llama “contradicción” [Esto significa que ya no hay correspondencia entre FP y RP. La contradicción aparece cuando el ritmo y el volumen del cambio tecnológico son menores de lo que podrían ser, ya que las RP son menos eficientes para el desarrollo de las FP de lo que serían otras relaciones]. Cuando tal desfase alcanza cierto grado se impone la necesidad de cambiar las relaciones de producción. Si el cambio en las relaciones de producción se une al cambio previamente operado en las fuerzas productivas entonces se pasa de un modo de producción a otro.
(Una contradicción que también actúa como motor de la historia es la lucha de clases.)

En el sistema capitalista las relaciones de producción deteminadas por las formas de propiedad (propiedad privada de los medios de producción, alienación y explotación del proletariado) -a lo que se suma la lucha de clases- se combierten en un obstáculo en el desarrollo de las fuerzas de producción (basado sobre todo en la tecnología). Según Marx, las condiciones materiales (FP) creadas por el capitalismo permiritirían, bajo condiciones comunistas (RP), la plena y libre autorrealización de los individuos y una expansión sin precedentes de las fuerzas productivas. Simplificando: el comunismo sería una forma de aprovechar las ventajas tecnológicas y la capacidad de producción del capitalismo para beneficio (libertad y realización) del ser humano.

DEL CAPITALISMO AL COMUNISMO
La teoría general de Marx (la explicación basada en la contradicción entre FP y RP) suscita, en este punto, numerosas objeciones. No pudo argumentar que en el capitalismo las relaciones de producción obstaculizaban seriamente el desarrollo de la tecnología, el cambio técnico o tecnológico (FP), si bien el desarrollo tecnológico sería mayor en la sociedad comunista. Pero esta expectativa de un mayor desarrollo tecnológico no parece una motivación suficiente para movilizar a los obreros. La gente se subleva cuando las cosas van mal o sus expectativas son negativas.
Por otra parte, no es fácil encontrar razones para pensar que el comunismo sería superior al capitalismo con respecto al desarrollo tecnológico, es decir, con respecto al desarrollo de las fuerzas productivas

Podemos distinguir en tres momentos el acceso a una sociedad comunista. En primer lugar, la revolución, mediante la que los trabajadores toman el poder. Este paso puede ser violento o pacífico, parece ser que Marx aceptó ambas posibilidades, aunque quizás fue la primera la que más le convenció. En segundo lugar, una fase intermedia, la dictadura del proletariado y una primera aproximación al comunismo. Por último, la sociedad comunista, con la desaparición de las instituciones políticas. Por otra parte, como también desaparecen la explotación y la alienación, las relaciones sociales serán armónicas y carentes de conflictos. Sin embargo, Marx no tuvo en cuenta que caben otras fuentes de conflictos, por ejemplo, las relacionadas con el nivel y el tipo de protección del medio ambiente, con la distribución de la riqueza que se asigna a distintos servicios (como sanidad, investigación en un campo u otro, etc.), o cuestiones que afecten a la bioética (eutanasia, aborto, manipulación genética -clonación-, etc.).

La sociedad comunista es una utopía, un modelo imposible.
[Cabría distinguir entre utopías que orientan e inspiran la acción de manera positiva y utopías que nos pueden llevar hacia el desastre o a la frustración más paralizante. O quizás esta distinción habría que hacerla entre aspectos o elementos de una misma propuesta y no sólo entre distintos modelos]

[Para estas últimas cuestiones se ha utilizado la obra de J. Elster Una introducción a Karl Marx]

ACTUALIDAD Y VALORACIÓN
(V., la sección anterior sobre ocio y alienación, y las observaciones en las sección "Del capitalismo al comunismo")
Algunos de los problemas sociales a los que Marx se enfrentó siguen estando presentes: desigualdad social, explotación, alienación. Piensa, por ejemplo en la distinción entre primer y tercer mundo. ¿Qué queda de la lucha de clases? . Las tendencias políticas de izquierdas se inspiraron inicialmente, en mayor o menor medida, en Marx ¿Qué diferencia hoy la izquierdad de la derecha?.

Filosóficamente el pensamiento de Marx plantea cuestiones sobre las que ya hemos reflexionado (además de todo lo referente a Hegel):
-Teoría del conocimiento: el conocimiento no es independiente ni objetivo, sino que depende de las condiciones sociales materiales, y en tanto que ideológico no es "verdadero". Para Platón y para Descartes, sin embargo, el pensamiento accede a la verdad. ¿Puede Marx afirmar que su teoría es "verdadera"?.
-Teoría de la realidad: materialismo frente a idealismo. Para Platón lo real son las Ideas, algo completamente separado de la materia. Además, el materialismo supone la negación del dualismo.
-Teoría política: v., Platón.

Finalmente, en la medida en el materialismo marxista niega cualquier autonomía a los fenómenos culturales y a la conciencia podría ser criticado, sin embargo, debemos reconocer que ha contribuido a comprender que tales fenómenos no son completamente independientes del contexto socio-económico histórico y que pueden señalarse determinadas correspondencias (lo que ha dado lugar a multitud de investigaciones en, por ejemplo, la historia del arte y de la literatura -el problema surge cuando se piensa que esa es la única perspectiva posible y objetiva-). Por otra parte, ha abierto (o facilitado) la posibilidad de advertir el sesgo ideológico que puede adquirir, al menos en ocasiones, el pensamiento y, en general, lo que llamamos cultura.

NOTAS
[1] Hegel siempre habla de la naturaleza en un sentido negativo porque ofrece los aspectos menos espirituales, lo finito y lo contingente. Es menos real o menos verdadera.
[2] "Ninguna de estas existencias [las distintas fases o etapas] es la verdadera existencia de la planta (sino que son solamente recorridas), porque estas existencias son situaciones pasajeras. Cada existencia es refutada por las otras [hay un comportamiento negativo de cada uno de estos momentos con respecto a los otros] pero dentro de una misma planta. Esta unidad permanece a través de todas las situaciones. Todas estas determinaciones, todos esto momentos, son sencillamente necesarios y tienen por finalidad el fruto, el producto de todos estos momentos, y el nuevo germen" (adaptación de fragmentos de la p. 59).
[3] Principalmente tierras productivas e industria (ésta última es el medio de producción característico del capitalismo analizado por Marx).


VIDEO SOBRE MARX por Fernando Savater