sábado, 29 de marzo de 2008

Friedrich W. NIETZSCHE

UNA NUEVA MANERA DE HACER (Y ESCRIBIR) FILOSOFÍA


  • Por una parte, observaremos que, con frecuencia, Nietzsche no argumenta de la manera habitual: más que demostrar o refutar como otros filósofos lo que él hace es golpear y socavar, desacreditar e interpretar (descubrir lo que hay detrás, o debajo: sintomatología, genealogía). Su estilo metafórico y aforístico está directamente relacionado con tales estrategias.

  • Por otro lado, no es un filósofo sistemático, sino perspectivista: no pretende llegar a la verdad de una manera sistemática, racionalmente lineal, como si el conocimiento pudiera formar un todo perfectamente coherente y cerrado al que nos conduce la razón, sino que se acerca a los fenómenos mediante una acumulación de perspectivas (de "fogonazos", a veces -cabría decir-), sobre las que es posible volver para seguir añadiendo otras nuevas. [Cf., la noción de perspectiva en Ortega. Para Nietzsche no hay una verdad absoluta, ni una integración de todas las perspectivas -como la que, según Ortega, se realizaría en Dios-].
El perspectivismo según Nietzsche (fragmento de su obra La genealogía de la moral, 3, 12): "A partir de ahora, señores filósofos, guardémonos por tanto de la peligrosa y vieja patraña conceptual que ha creado un sujeto puro del conocimiento [el autor menciona también la razón pura], sujeto ajeno a la voluntad, al dolor, al tiempo"[...] "Existe únicamente un ver perspectivista, únicamente un conocer perspectivista; y cuanto mayor sea el número de afectos a los que permitamos decir su palabra sobre una cosa, cuanto mayor sea el número de ojos, de ojos distintos que sepamos emplear para ver una misma cosa, tanto más completo será nuestro concepto de ella, tanto más completa será nuestra objetividad".

  • Naturalmente, todo esto se corresponde con una concepción particular de la verdad y del conocimiento (así como de la propia filosofía).


EN ESTE VIDEO ENCONTRAMOS UNA BUENA PRESENTACIÓN DE ESTE GRAN FILÓSOFO Y ESCRITOR (aunque algunas afirmaciones son discutibles):




NIHILISMO
Se trata de un término complejo que proviene del latín nihil= nada. Debemos distinguir claramente dos significados: el habitual y el nietzscheano.
1.-Significado habitual. El DRAE distingue dos acepciones muy próximas: "Negación de todo principio religioso, político y social" y "Negación de toda creencia". Con frecuencia Nietzsche es acusado de nihilista en este sentido.
2.- Cuando Nietzsche emplea el adjetivo "nihilista" quiere decir, por una parte, que se trata de algo contrario a la vida, negador de la vida (recuerda que la noción de vida aparece asociada a términos como: Tierra, sentidos, devenir, y comparte ciertos rasgos con lo que Platón llamaba "mundo aparente o mundo de las cosas"). En su obra El Anticristo afirma, por ejemplo, que todos los valores supremos de la humanidad son valores de decadencia, valores nihilistas (p. 30). Pero el nihilismo propiamente dicho tiene otra dimensión: está relacionado con la muerte de Dios, con la negación o con el hundimiento de esos "valores supremos" (o "superiores"). Este nihilismo presenta, a su vez, dos aspectos que veremos a continuación: por tanto podemos distinguir, al menos, tres significados en el uso que N. hace de este término y que identificaré como [significado 1], [significado 2-a] y [significado 2-b].
Un primer nihilismo [significado 1] sería el cristiano-platónico (el de la tradición moral y metafísica), es decir, la negación de la vida y de sus valores en nombre de otros valores (pretendidamente) "superiores", negación que desemboca en la época contemporánea, y un segundo sentido [significado 2-a] en dirección contraria al anterior, es decir, la negación de la moral y de las creencias cristiano-platónicas. La muerte de Dios representa este nihilismo propiamente dicho, ya que supone la caída de los ídolos cristiano-platónicos (y la destrucción de su sistema de valores). Pero este nihilismo tiene dos aspectos: por un lado, la negación o destrucción misma de los valores (pretendidamente) "superiores", lo que equivale a la muerte de Dios, y por otro lado, la pérdida de sentido, la decepción que implica la pérdida de aquellos valores [significado 2-b]: con la muerte de Dios y la desaparición del "mundo verdadero" (cuyo caracter ilusorio descubrimos) ya nada parece tener sentido, y -como escribe el propio N.- "el mundo parece haber perdido todo valor". A este nihilismo [significado 2-b] Nietzsche lo llama nihilismo psicológico, y es el que más se suele destacar -algunos libros de texto incluso solo mencionan este significado-.
Fíjate bien en que lo que Nietzsche califica de "nihilista" en primer lugar es, más o menos, lo contrario de la definición del Diccionario de la Real Academia: la religión judeocristiana es nihilista (al igual que la tradición filosófica que se origina en Sócrates -religión y filosofía van así unidas formando una misma tendencia psicológica y cultural-); mientras que el segundo sentido (la muerte de Dios) está mucho más cerca de la definición que da el DRAE.
En cierto modo, y en tanto que ataque a los ídolos cristiano-platónicos (es decir, morales-religiosos y filosófico-metafísicos) el Crepúsculo de los ídolos es un libro nihilista [significado 2-a]. En el Prólogo Nietzsche afirma que esa obra es "una escapada a la ociosidad", pues bien, para aclarar esta idea el traductor recoge en una nota (nota 9) el siguiente texto escrito por el autor en otro lugar: "Para un guerrero del conocimiento, que está siempre en lucha con verdades feas, la creencia de que no existe ninguna verdad es un gran baño y un relajamiento de los miembros.- El nihilismo es nuestra especie de ociosidad".
[AMPLIACIÓN: El filósofo francés G. Deleuze ha distinguido cuatro etapas del nihilismo: el resentimiento, la mala conciencia, el ideal ascético, y la muerte de Dios. Las tres primeras etapas corresponden a la religión judeo-cristiana. Hasta la muerte de Dios el nihilismo significaba "depreciación, negación de la vida en nombre de los valores superiores. Ahora significa: negación de esos valores superiores, reemplazamiento por valores humanos -demasiado humanos (la moral reemplaza a la religión, la utilidad, el progreso, la historia misma reemplazan a los valores divinos)" (p. 222). Y, más adelante, añade: "El devenir y lo múltiple son culpables, ésa es la primera y última palabra del nihilismo. [...] Por el contrario, la primera figura de la transmutación eleva lo múltiple y el devenir al más elevado poder" (225).
Deleuze ha definido el nihilismo -en Nietzsche- como la victoria común de las fuerzas reactivas y de la voluntad de negar (Spinoza, Kant, Nietzsche, p. 218)]. En otra de sus obras Deleuze distingue dos sentidos que se corresponden con los que hemos llamado [significado 1] y [significado 2]:
1.- Primer sentido: utiliza la expresión “nihilismo negativo” para referirse a la negación de la vida implicada por “la idea de otro mundo, de un mundo suprasensible, con todas sus formas (Dios, la esencia, el bien, lo verdadero), la idea de valores superiores a la vida...”. “La vida entera se convierte entonces en irreal, es representada como apariencia” (También escribe: “La vida toma un valor de nada siempre que se la niega”. “Los valores superiores se relacionan con una voluntad de negar, de aniquilar la vida”).
2.- Segundo sentido: “El nihilismo tiene un segundo sentido, más corriente. Ya no significa una voluntad [de negar], sino una reacción. Se reacciona contra el mundo suprasensible, se le niega toda validez. Ya no desvalorización de la vida en nombre de valores superiores, sino desvalorización de los propios valores superiores”. “De esta forma, el nihilista niega a Dios, al bien e incluso a lo verdadero, a todas las formas de lo supra-sensible. Nada está bien. Dios ha muerto”. Este nihilismo (que se relaciona con el pesimismo) es denominado “nihilismo reactivo” (Extractos de Nietzsche y la filosofía, pp. 207-209)

LA MUERTE DE DIOS Y LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES
Por tanto, con la muerte de Dios por sí sola no salimos del nihilismo. La muerte de Dios es todavía negación (y tmabién "martillo", en el sentido que tiene este término en el subtítulo de Crepúsculo de los ídolos). La filosofía de Nietzsche no se detiene ahí: después de la muerte de Dios es necesaria una etapa más que es la superación del nihilismo, esa etapa es LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES (o transvaloración): la creación de nuevos valores que afirmen la vida y la Tierra. La transmutación consiste en decir (frente al nihilismo que decía no) a la vida, la transmutación es afirmación, empezando por la afirmación de lo múltiple y del devenir, y culminando con el eterno retorno. La transmutación conduce al super(ultra)hombre.

LOS ÍDOLOS
En el Prólogo que antes he mencionado Nietzsche afirma: "Este pequeño escrito es una gran declaración de guerra; y en lo que se refiere a la auscultación de los ídolos, esta vez no son ídolos de nuestro tiempo, sino ídolos eternos los que aquí son tocados por el martillo como con un diapasón,- no hay en absoluto ídolos más viejos, más convencidos, más llenos de aire que éstos... Tampoco más huecos... Esto no impide que sean los más creídos..."
La crítica de N. a estos ídolos huecos (ilusorios, falsos, y contrarios a la vida) no se limita a ciertos conceptos filosóficos, como el de sustancia, al mundo de las Ideas de Platón, al cristianismo, a la moral, sino también a la democracia y a las utopías políticas. Todos ellos son ideales que nos impiden valorar lo verdaderamente real ("este" mundo).

DIONISO
Sobre este término que cierra nuestro texto para selectividad Nietzsche escribe:
"...-Todo devenir y crecer, todo lo que es una garantía del futuro implica dolor... Para que exista el placer del crear, para que la voluntad de vida se afirme eternamente a sí misma, tiene que existir también eternamente el tormento de la parturienta... Todo eso significa la palabra Dionisio" (Crepúsculo de los ídolos, p. 135).

EL ETERNO RETORNO
Nada que ver con la reencarnación, sino más bien con la repetición, volveremos a nacer y volveremos a vivir la vida que ya vivimos. Sin embargo, N. introduce un elemento que de alguna manera puede suponer una variación dentro de la repetición y parece indicar la posibilidad de cambiar: ¿Cómo repercute la idea del eterno retorno sobre mi vida actual? si pienso que mi vida se va a repetir debo plantearme qué aspectos o momentos de mi vida sean eternos, es decir, vuelvan una y otra vez. Como escribió N.: "Si antes de hacer cualquier cosa que desees empiezas por preguntarte: ¿Estoy seguro de que querría hacer esto un número infinito de veces? habrás encontrado tu punto de gravedad más sólido". El eterno retorno sería, por tanto, un criterio de selección y de evaluación aplicado a nuestra propia vida (desde esta perspectiva podría ser considerado como un criterio moral, que proporcionaría algún sentido al vacío dejado por la muerte de Dios).
Por otra parte, el eterno retorno implica la inexistencia de un principio (y de un final), y en esta medida se opone al cristianismo (en el que el principio sería la creación del mundo y el final estaría relacionado con el juicio final, etc.).
Hay, a pesar de todo, un concepto de N. que parece contradecir la idea de selección: la doctrina del amor fati, es decir, no querer que nada sea distinto. Es una afirmación dionisiaca del mundo consistente en decir sí a todos los aspectos de la existencia humana, incluso a los más terribles (¿desde este punto de vista habría que "amar" -aceptar- a los nazís y desear que vuelva a ocurrir todo lo malo que los seres humanos hemos sido capaces de hacer?).

ACTUALIDAD Y VALORACIÓN
Una cuestión para reflexionar es la muerte de Dios (en la medida en que está relacionada con "el crepúsculo de los ídolos"), por ejemplo:
-¿Qué sentido podemos encontrar en el mundo tras la muerte de Dios, es decir, en un mundo sin Dios?
-¿Tras la muerte de Dios está todo permitido? ¿Cómo repercute en la ética, cuál es el reto con el que se enfrenta el ser humano desde este punto de vista? ¿Cómo puede construirse una moral que no tenga a Dios como referencia última?
-¿No representa actualmente el islamismo una presencia de la religión que contradice la idea de que Dios ha muerto?
Y no olvides las sugerencias que encontrarás en las fotocopias.

Otros temas son:
-La relevancia del cuerpo en la cultura contemporánea (frente a la identificación yo=razón=alma, tanto en Descartes como en la versión platónica. Por otra parte, actualmente asistimos a la identificación yo=cerebro promovida por la divulgación de la neurociencia).
-Otra cuestión de relevancia antropológica, que guarda cierta relación con la anterior, concierne a la importacia de la razón en el ser humano (frente a la pasión, el instinto, etc.). Esta cuestión afecta a la propia noción de ser humano: actualmente hay una tendencia a pensar que somos más irracionales de lo que se creía (y que somos más "animales" que "racionales").


EN ESTE VIDEO FERNANDO SAVATER, uno de los mayores expertos en Nietzsche, NOS HABLA SOBRE ESTE FILÓSOFO ALEMÁN.