martes, 8 de enero de 2008

SANTO TOMÁS DE AQUINO

La filosofía de Santo Tomás puede considerarse en gran medida como una adaptación cristiana del pensamiento de Aristóteles (aunque también cabe encontrar elementos procedentes de otros filósofos). Pero en esta combinación lo fundamental es la religión cristiana, a la que queda subordinada la filosofía del estagirita.

FE Y RAZÓN
Las relaciones entre la fe y la razón protagonizaron un importante debate en la sociedad medieval.
Según Santo Tomás, el fin último del ser humano es Dios y éste excede a la comprensión de la razón, por ello hay verdades que están más allá del alcance humano, es decir, más allá de la razón. Sin embargo, hay verdades que el ser humano sí puede alcanzar por sí mismo, a las que la razón por sí sola puede llegar. Pero no todo el mundo tiene el tiempo o la capacidad para alcanzarlas, y el camino que conduce a ellas no está libre de errores. El papel de la revelación es, en este sentido, doble: por una parte, proporcionarnos aquellas verdades que son inaccesible con el mero instrumento de la razón humana (o razón natural), y por otra, con respecto a las verdades que sí son accesibles para la razón, instruir adecuadamente a los que no tienen tiempo o capacidad, y ayudarnos a evitar los errores que podamos cometer, ya que, a pesar de estar a nuestro alcance son cuestiones en las que nos podemos equivocar.
La necesidad de la existencia de Dios puede demostrarse racionalmente (véase las demostraciones de las cinco vías), pero la razón no puede decir nada sobre la esencia de Dios, ésta solo la conocemos mediante la revelación.
La revelación, por tanto, ni anula la razón, ni la convierte en algo inútil, sino que viene a completarla y a perfeccionarla. El objetivo de Tomás de Aquino es mostrar que tanto la razón como la fe están justificadas y tienen su papel (que ninguna de las dos sobra, podríamos decir). La razón está subordinada a la fe, pero la razón puede "colaborar" con la fe de distintas formas, como auxiliar de la fe:
1) Demostrando los preámbulos de la fe, que son verdades sobre las que se apoya la fe. La existencia puede ser demostrada por la razón.
2) Aclarando las verdades de la fe.
3) Rebatiendo las objeciones contra la fe.

Por ejemplo, la Trinidad o la Encarnación son artículos de fe, pero aunque están por encima de la razón (no pueden ser demostrados), si pueden ser aclarados y defendidos con ayuda de la razón.
La fe y la razón son distintas, pero nunca pueden entrar en conflicto, si apareciera el conflicto sería por un error o por una confusión, y por tanto sería un conflicto solo aparente, ya que la verdad de la razón nunca puede oponerse a la verdad revelada. Solo hay una verdad. Sin embargo, Tomás de Aquino admite -como se deduce de lo anterior- dentro de esta única verdad tres categorías o tipos: verdades reveladas que sobrepasan la capacidad de la razón, verdades naturales (accesibles a la razón) no reveladas, y verdades reveladas que también son accesibles para la razón (aunque con dificultad).

TEOLOGÍA y FILOSOFÍA:
La filosofía utiliza solamente la razón, sin apoyarse en la luz sobrenatural de la fe. La teología también utiliza la razón pero, a diferencia de la filosofía, sus principios, los datos de los que parte o en los que se basa, provienen de la revelación. En este sentido el teólogo puede hacer uso de la filosofía, o lo que es lo mismo en este contexto, de la razón, para comprender mejor, por ejemplo, el misterio de la Trinidad, pero el propio misterio y su contenido (tres personas distintas en una misma naturaleza: Padre, Hijo y Espíritu Santo) proviene de la religión (la fe) y se acepta como una verdad revelada.

LA TEORÍA MORAL
Santo Tomás adopta el eudemonismo y el teleologismo aristotélicos. Estos términos significan que la acción humana tiende a un fin (telos) y que este fin es, en última instancia, la felicidad (eudaimonia). Pero la felicidad aristotélica era una felicidad natural, en esta vida, entendida como cierta forma de plenitud o realización: el ser humano es feliz cuando se realiza según el rasgo que le es más propio, y este rasgo es la razón. Desde este punto de vista el modelo de persona feliz es el filósofo.
Sin embargo, Santo Tomás afirma que esta felicidad es imperfecta, y que hay que considerar otra forma de felicidad: la felicidad perfecta, que no puede conseguirse en este mundo sino en una vida futura. Esta felicidad perfecta consiste en la visión de Dios (bienaventuranza). La felicidad alcanzable en este mundo solo tiene sentido, por tanto, si está orientada hacia la felicidad perfecta que es la verdadera felicidad. Pero para llegar a ella los esfuerzos humanos no son sufiencientes, es necesario un factor sobrenatural: la gracia de Dios.

LA LEY NATURAL
La ley natural se basa en la naturaleza humana que es común a todos los seres humanos. Como consecuencia de que la naturaleza humana es la misma para todos los seres humanos la ley natural también es universal (para todos los seres humanos) y sus preceptos fundamentales no puedens ser cambiados: son, como la propia naturaleza humana, inmutables (aunque caben ciertas excepciones).

En esta sección vamos a destacar tres elementos: las clases de leyes, el aspecto ético de la ley natural, y la teoría del derecho natural (aspecto político de la ley natural).
-Clases de leyes: Debemos distinguir entre ley eterna, ley natural, y ley humana.
-La ley eterna es el fundamento de la ley natural y de la ley humana. Es una razón que gobierna todo el universo y que existe en la mente divina. (No debe de confundirse con la ley divina, que es un conjunto de preceptos (ley positiva) revelados directamente por Dios para ayudar a los seres humanos a conseguir su fin último sobrenatural).
-La ley natural se entiende como la participación o el reflejo de la ley eterna en los hombres (en el hombre y en la mujer). Los seres humanos tienen la capacidad de conocer esta ley mediante su razón (aunque puede ser difícil en ciertos casos). La ley natural es universal y objetiva, y fundamenta, por tanto, una moral universal y objetiva.
-La ley humana se deriva de la ley natural. Es la ley positiva o derecho positivo: las leyes que efectivamente establecen los países. Una ley humana será justa (y estará justificada o legitimada) si deriva de la ley natural y concuerda con ella (véase la teoría del derecho natural).

-La ética y la ley natural: La ley natural es el conjunto de los dictados de la razón a propósito del bien natural y del mal que ha de ser evitado, es decir, que la razón "nos dice" en qué consiste la ley natural, ya que Dios ha creado de esa forma al ser humano. En palabras de Santo Tomás: "la ley natural no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar". Pero debido a la influencia de las pasiones y de aquellas inclinaciones que están en desacuerdo con la recta razón la conducta humana puede apartarse de la ley natural, además, no todos los seres humanos tienen el tiempo o la capacidad para descubrir por sí solos la totalidad de la ley natural, por este motivo la ley natural es también comunicada por Dios, concretamente mediante los diez mandamientos entregados a Moisés. La ética de Santo Tomás se opone, por tanto a cualquier relativismo: es racional y necesaria, sus primeros principios (es decir, los más generales e importantes) son universales e inmutables (en este sentido el conocimiento moral es equiparable al conocimiento científico).
Las conductas inmorales ("el vicio") son antinaturales e irracionales (van contra lo que dicta la razón).

Finalmente, la ética de Santo Tomás comprende determinadas VIRTUDES.
Hay tres clases de virtudes: intelectuales, morales y teologales. Las virtudes intelectuales y morales son humanas, solo sirven para alcanzar la felicidad imperfecta posible en este mundo, pero para llegar a la felicidad perfecta son necesarias las virtudes teologales que tienen un origen sobrenatural ya que provienen directamente de Dios: fe, esperanza y caridad.
Las virtudes morales e intelectuales son, como en Aristóteles, hábitos, los hábitos correctos o buenos [Las virtudes intelectuales son teóricas: inteligencia, ciencia y sabiduría; y prácticas: arte y prudencia. Las virtudes morales son: justicia, fortaleza y templanza].

La virtud moral consiste, también como en Aristóteles en un justo medio [lo que puede plantear algunas dificultades, que Santo Tomás considera, para justificar, por ejemplo, la castidad completa, la virginidad o la pobreza voluntarias]. Lo importante es que la acción siga la regla de la razón que dirige los actos humanos a su fin último, que, como hemos visto, es la visión de Dios. Es decir, la razón nos debe decir si una acción se adecua a la consecución de ese fin o nos aparta de él, deberemos realizar la primera acción y evitar la segunda, lo que equivale a hacer el bien y evitar el mal.

TEORÍA DEL DERECHO NATURAL (iusnaturalismo) (ya fue formulada por los estoicos): según esta concepción las leyes humanas (las normas jurídicas) deben ajustarse al derecho natural, es decir, a la ley natural, solo en ese caso las leyes humanas son legítimas. La política y el derecho (leyes positivas) no pueden separarse de la moral, sino que deben someterse a ella, el derecho es, en realidad, parte de la moral. La autoridad del gobernante procede de Dios, pero la comunidad tiene derecho a deponer al soberano si las leyes atentan contra la ley natural.

Por otra parte, el gobierno civil y el gobierno religioso deben coexistir, cada uno con su función propia.


ALGUNOS TÉRMINOS (VOCABULARIO)

-Sindéresis: Etimológicamente significa "estar atento". Es la virtud natural del alma para captar los principios morales que dictan vivir ordenadamente (equivale a "buen juicio" o "discernimiento").