TEXTO: “Así, por ejemplo, estimaba
correcto que, suponiendo un triángulo, entonces era preciso que sus tres
ángulos fuesen iguales a dos rectos; pero tal razonamiento no me aseguraba que
existiese triángulo alguno en el mundo. Por el contrario, examinando de nuevo
la idea que tenía de un Ser Perfecto, encontraba que la existencia estaba
comprendida en la misma de igual forma que en la del triángulo está comprendida
la de que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos o en la de una esfera que
todas sus partes equidisten del centro e incluso con mayor evidencia. Y, en
consecuencia, es por lo menos tan cierto que Dios, el Ser Perfecto, es o existe
como lo pueda ser cualquier demostración de la geometría”.
DESCARTES,
R, Discurso del método, cuarta parte.
Este fragmento
apareció en uno de los últimos “exámenes de selectividad” en Andalucía.
Orientaciones sobre las preguntas 2b y 2c
(Estas orientaciones indican los principales puntos a tratar, pero no son una
respuesta completa. Las respuestas completas pueden organizarse y redactarse de
distintas formas. También puede haber cierto margen –limitado- entre lo que se
dice en el apartado b y lo que se
dice en el apartado c):
2b) Identificación
y explicación del contenido del texto (correspondería a la pregunta 2 del modelo de examen actual -2018-):
El tema del
texto es una de las demostraciones de la existencia de Dios, concretamente, el argumento ontológico [aquí se
puede mencionar o decir algo de San Anselmo]. Como en las otras demostraciones
Descartes pretende demostrar que Dios existe basándose exclusivamente en la
razón y partiendo de una idea (la idea de Ser Perfecto) –idea innata-, sin
apelar ni a los sentidos ni a la fe. En
esencia, el argumento ontológico consiste en afirmar que el concepto de Ser
Perfecto implica la existencia de ese ser: el ser mayor que el cual no sea posible pensar ningún otro debe existir. En el texto, Descartes comparara el concepto
de Ser Perfecto con el concepto de triángulo para mostrar que del mismo modo (con
la misma evidencia, certeza) que el concepto de triángulo implica (necesariamente)
que la suma de sus tres ángulos sea igual a dos rectos, el concepto –o la idea-
de Ser Perfecto implica su existencia (la existencia de ese ser). Pero el autor
señala una precisión importante: que, a diferencia del concepto de Ser
Perfecto, el concepto de triángulo no dice nada sobre la existencia del
triángulo. Sin embargo, con respecto a la idea
la idea de Ser Perfecto, es imposible pensar un ser que sea
supremamente perfecto y que no exista. Como la existencia es una perfección, Dios, al ser
perfecto, existe.
2c) Justificación desde la posición filosófica
del autor (correspondería a la pregunta 3 del modelo actual):
Aquí un
resumen de la filosofía de Descartes puede puntuar algo, pero no es la
respuesta más apropiada, ya que hay que demostrar que se conoce su filosofía,
pero en relación con el contenido del texto, que, en este caso, es el argumento
ontológico para la demostración de la existencia de Dios. Por una parte, se
podría empezar comentando la importancia del pensamiento matemático y de la
geometría como modelos del racionalismo cartesiano (la noción de evidencia se podría introducir aquí), para pasar, después, a
explicar las otras dos demostraciones de la existencia de Dios y el papel que
estas demostraciones tienen en el sistema cartesiano. Habría que hablar del
concepto de sustancia y de las tres sustancias, explicar cómo Descartes llega a
la segunda deducción o segunda certeza (Dios) (aunque, como sustancia, es la
primera en importancia) después de la primera, y –muy importante- dejar claro
el papel epistemológico de la demostración, es decir, la existencia de Dios
como garantía del criterio de verdad (mencionando también la hipótesis del
genio maligno). Finalmente, la existencia de Dios como Ser Perfecto que
garantiza el criterio de verdad permitirá llegar a la tercera sustancia (res
extensa).
Otro aspecto que también se puede
desarrollar aquí, si no se ha tratado en el apartado b, es porqué Descartes tiene que basarse en una idea (innata). El
motivo es la duda metódica, de acuerdo con la cual la única existencia que no
está puesta en duda es la de mi mente (yo, sustancia pensante). La demostración
de la existencia de Dios es lo que va a permitir “conectar” las ideas (la mente)
y la realidad (o realidad extramental,
si se quiere) ya que precisamente consiste en pasar de la idea de Dios (Ser
Perfecto) a la existencia de Dios, es decir, en afirmar o demostrar su
existencia (real: realidad extramental)
a partir de la idea (realidad mental).
(Aunque no lo considero necesario
para una calificación de sobresaliente, un desarrollo perfecto, definitivamente
completo, de esta sección del examen podría aludir al problema del círculo
vicioso: algunos autores han señalado que hay cierta circularidad en el hecho
de utilizar una idea (la de Ser Perfecto) para garantizar el criterio de verdad
que debe aplicarse a las ideas).